viernes, 8 de agosto de 2014

El Arte de ser minimalista

Hoy quiero recomendarte esta lectura, un viaje de autoconocimiento, de re descubrimiento de nosotros mismos, una puerta abierta al cuestionamiento y quiza a respuestas sobre muchas preguntas que seguramente alguna vez te hiciste... animate, todo es posible.

viernes, 6 de junio de 2014

Menos es mas.. SIMPLIFICAR LA VIDA

Por Dominique Loreau    Julio - Agosto 2008   Del sitio web Mundonuevo


En nuestras sociedades occidentales nadie sabe ya vivir con sencillez. Tenemos demasiados bienes materiales, demasiadas opciones, demasiadas tentaciones, demasiados deseos, demasiados alimentos.

Todo se malgasta, todo se destruye. Usamos cubiertos, bolígrafos, encendedores, máquinas fotográficas desechables... cuya fabricación contamina las aguas y
el aire y, por tanto, la naturaleza. Renunciemos desde boy mismo a ese despilfarro, o tendremos quo renunciar en un futuro no demasiado distante.

Hay que quitar cosas que estorban para poder ver nuevas perspectivas. Funciones esenciales como vestirse, comer y dormir, cobran entonces una dimensión distinta y mucho más profunda. No es la perfección lo que tratamos de alcanzar, sino un enriquecimiento vital. La opulencia no aporta ni gracia ni elegancia. Encarcela el alma y la destruye. En cambio la sencillez resuelve muchos problemas.

Deja de poseer demasiadas cosas:
Tendrás más tiempo para dedicar a tu cuerpo. Y una vez que te encuentres a gusto con tu cuerpo, podrás olvidarte de él y cultivar el espíritu, con lo que se accede a una existencia más llena de sentido, ¡Y serás más feliz!
La sencillez consiste en poseer poco, para abrir camino a lo esencial y a la quintaesencia de las cosas. Y además, la sencillez es bella porque esconde muchas maravillas


Lo que Pesan las Posesiones - el Afán de Acumular 
La mayoría viajamos por la vida nada ligeros de equipaje, sino todo lo contrarío, t No serta recomendable una reflexión, y empezar a preguntamos porqué le tenemos tanto apego a las cosas?
Para muchos, las riquezas materiales representan un reflejo de su vida, o tal vez es que no están muy seguros de tener existencia propia. Conscientemente o no, asocian las posesiones con su propia identidad y la imagen que tienen de si mismos.
Cuantas más pertenencias tienen, más seguros y realizados se sienten. Todo se convierte en objeto del deseo: los bienes materiales, los negocios prósperos, las obras de arte, los conocimientos, las ideas, las amistades, los amantes, los viajes, un dios y hasta el ego...

La gente consume, compra, acumula, colecciona.
‘Tienen’ amigos, ‘tienen influencias', ‘poseen' diplomas, títulos, medallas... El peso de las posesiones los agobia. Olvidan, o no se han dado cuenta de que su codicia los convierte en seres sin vida, esclavizados por afanes cada vez más numerosos.

Hay muchas cosas superfluas, pero no lo comprendemos así hasta el momento en que estamos privadas de ellas. Las usábamos porque las teníamos, no porque nos hicieran falta. ¡Cuántos objetos habremos comprado sólo porque hemos visto que otras personas los tenían!

Para simplificar hay que elegir, y las elecciones suelen ser penosas. Muchas personas acaban entre toneladas (en el sentido literal de la palabra) de objetos que han dejado de tener valor para ellas y no les son útiles para nada, sólo porque no se han decidido a hacer algo con esas cosas, ni han tenido valor para regalarlas, venderlas o tirarlas.
Se aferran al pasado, a las tradiciones familiares, a los recuerdos, pero olvidan el presente y no contemplan el porvenir.

Tirar las cosas requiere un esfuerzo. La dificultad no consiste en librarse de ellas, sino en juzgar cuáles son útiles y cuáles inútiles. A veces cuesta desprenderse de un objeto.
 
Pero luego, ¡qué satisfacción!
  
Miedo al Cambio
Nuestra cultura no tolera mucho a los que eligen vivir con frugalidad. Son peligrosos para la economía y para la sociedad de consumo. Merecen consideración de marginales. Son sujetos inquietantes. Quienes por decisión propia viven con modestia, comen poco, malgastan poco y murmuran poco o nada de los demás, acaban calificados de avaros, hipócritas y asociales.

Vivir es cambiar. Somos contenedores, no contenidos- Deshacerse de las pertenencias puede ayudamos a ser lo que siempre quisimos haber sido.

A esto, numerosas personas replicarán que después de haber padecido necesidades materiales cuando eran jóvenes, tirar ahora lo que tienen les causarla remordimientos. Seria como despilfarrar. Sin embargo, despilfarrar significa tirar lo que aún pudiera sernos útil.
El que tira lo que no le sirve para nada, no despilfarra. Al contrario, el despilfarro consiste en retoñado.

¡Falta espacio en las habitaciones! ¡Hay que malgastar tanta energía en tener la sala decorada como nos imponen las revistas! ¡Se pierde tanto tiempo buscando las cosas, ordenándolas, quitándoles el polvo!

¿Acaso los recuerdos nos hacen tan felices, o más felices? Se dice que los objetos tienen alma. ¿Pero se puede consentir que la fidelidad al pasado invada el futuro? ¿El presente debe quedar estático? 

 Elije el Minimalismo
La economía en el arte de vivir es una filosofía práctica, porque vivir con poco mejora la calidad de vida.

Nuestra esencia no está encarnada en las cosas, y hacerse minimalista por lo general requiere un bagaje espiritual e intelectual. Algunos pueblos, como los coreanos, gustan por instinto de lo sobrio y depurado, como lo demuestran sus obras de arte.

Todos podemos elegir la riqueza de tener pocas cosas. Lo que cuenta es el valor para perseverar en nuestras convicciones hasta el final.

Disciplina, lucidez y voluntad son las condiciones para vivir con lo estrictamente necesario en unos espacios limpios y bien ventilados. El minimalismo exige una disciplina de vida y una gran atención al detalle. Elimina cuanto te sea posible, no te dejes invadir por los objetos y los muebles, y luego dedica tu atención a otra cosa. La misma idea de eliminar dejará de preocuparte.
Tus decisiones serán instintivas, tu indumentaria más elegante, tu casa más confortable, tus compromisos sociales y profesionales se reducirán. Renace el sentido común y contemplamos la vida con mayor lucidez.
La mano que elimina es suave, pero firme.

Haz un alto y reflexiona sobre lo que podrías hacer para llevar una vida más fácil.

Pregúntate: ¿Qué es lo que me complica la vida? ¿Realmente vale la pena? ¿Cuándo soy más feliz? ¿Acaso tener es más importante que ser? ¿Hasta qué punto estoy dispuesta a conformarme con poco?
Un consejo: redacta listas, te ayudarán a despejar los estorbos de tu existencia. 

Utiliza el Mínimo Posible de Objetos
Cuando cualquier objeto requiera la atención de tus sentidos, piensa que ya ha dejado de existir, que se transforma, y que algún día no será más que polvo. No hay nada tan gratificante como saber calibrar con método y veracidad cada una de las cosas que hemos encontrado en la vida: cuál es su utilidad, a qué universo hacen referencia, qué valor aportan a nuestra vida...

Distingue cuáles son los elementos que los componen, cuánto pueden durar, qué sentimientos te evocan.

Importa más enriquecer el cuerpo en sensaciones, el corazón en impulsos, y el espíritu en principios, que llenar la vida de objetos. La única manera de no ser poseídos consiste en no poseer (nada o casi nada). Y sobre todo, en desear lo menos posible. Las acumulaciones son un lastre. La multiplicidad y la fragmentación, también.

Despréndete de todos los bienes de este mundo como de la ropa vieja que ya no te pones. Alcanzarás entonces el grado último de la perfección en ti misma.
¿Acaso es posible recibir sin hacer antes un espacio? No concedas más importancia a las cosas que a los valores humanos, a tu trabajo, a tu paz, a la belleza, a tu libertad y en general, a todo cuanto vive.

Son demasiadas las cosas que nos invaden, nos secuestran y nos alejan de lo esencial. Nuestro espíritu, a su vez, se atasca como un desván lleno de trastos viejos. Así no puede moverse ni progresar. Pero vivir estriba precisamente en progresar.
Admitir la multiplicidad y las acumulaciones lleva a la confusión, a las preocupaciones incesantes, al desánimo. 

Que No Te Posean
Nosotros no poseemos las cosas, ellas nos poseen.

Todos somos dueños de tener lo que se nos antoje, pero lo que cuenta sobre todo es la actitud frente a las cosas, conocer los límites de las propias necesidades, y lo que esperamos de nuestra propia vida. Saber lo que nos gustaría leer, las películas que deseamos ver, los lugares que nos proporcionan un goce profundo...

Un lápiz labial, un documento de identidad, dinero: no se necesita llevar nada más en el bolso.
Si tienes una única lima de uñas, siempre sabrás dónde encontrarla. A lo material hay que concederte un mínimo de importancia, aparte la comodidad, la calidad del entorno y uno o dos bellos muebles. Negarse a tener demasiado es darse la posibilidad de apreciar con más plenitud lo que aporta placeres espirituales, emocionales, intelectuales.
Tira lo que sea Inútil o que ya esté demasiado usado. (O déjalo en la calle con un cartel, para que se lo lleve alguien que pueda necesitarlo).

Lo que esté en condiciones de servir todavía (libros, ropas, vajilla...) puedes donarlo a los asilos y residencias. No pierdes nada con ese gesto, antes al contrario, ganas mucho en satisfacción y alegría.

Revende los bienes que necesites poco o nada. Hecho el vacío, apreciarás al fin el privilegio de no tener nada que ofrecer a los ladrones, a las llamas, a las polillas ni a los envidiosos. Tener más que el mínimo estricto es cargarse de nuevos dolores de cabeza.
Y luego, como sabemos todos, "el mundo es un golfo redondo y el que lleva demasiado peso va al fondo".

 

No a la Casa Abarrotada - la Casa debe Ser el Anti-estrés de la Ciudad

Cuando una casa está vacía, salvo algunas bellas y perfectas necesidades, se convierte en un remanso de paz. Estímala, límpiala y habítala con respeto, porque cumple con la misión de proteger tu tesoro más preciado: tú misma.

Que las consideraciónes materiales dejen de preocupamos: sólo entonces es posible expansionarse. El espíritu se aloja en el cuerpo como éste so aloja en la casa. Para desarrollarse, hay que liberar el espíritu.

Cada una de nuestras posesiones debería recordamos que la necesitamos, sin más, y que es su utilidad lo que la hace preciosa, ya que sin ella no podríamos ‘funcionar' normalmente.

La casa debería ser un lugar reposo, una fuente de inspiración, un área terapéutica. Nuestras ciudades son superpobladas, ruidosas, pictóricas de colores y de difracciones visuales que nos agreden y nos hieren. A la casa le toca devolvemos la energía, la vitalidad, el equilibrio, la alegría. Es una protección material y psicológica.
Sirve tanto para el cuerpo como para el espíritu.

Existe una desnutrición alimentaria, y existe también una desnutrición espiritual. Ahí es donde la casa desempeña su papel. Pues lo mismo que nuestra salud depende de nuestra alimentación, lo que colocamos en nuestro interior tiene serias repercusiones sobre nuestro equilibrio psicológico. 

El “Inventario" Esencial
¿En qué consisten nuestras necesidades esenciales?

Lo ideal sería no tener nada más que lo estrictamente necesario, pero vivir en un lugar de ensueño, un interior irreprochable, y dentro de un cuerpo ejercitado, flexible y cuidado. Si sumamos a todo esto la independencia total, entonces el espíritu sería libre y permanecería abierto a todo lo que todavía está pendiente de descubrimiento.

La necesidad primera de todo ser humano es vivir en condiciones que le permitan conservar su salud, su equilibrio y su dignidad. A continuación, accederá la calidad en la indumentaria, la alimentación y el medio que le rodea.
¡Por desgracia, hasta la calidad de vida se ha convertido en un lujo!

La Esencia de las Cosas

Hay que dejar que las cosas maduren para poder extraer la quintaesencia.

Acostúmbrate a definir, a describir, a ver, a denominar, a evaluar, a ensayar... eso te ayudará a cobrar conciencia de lo superfluo. Mira las cosas de cerca, como los miopes, para distinguir el grano más fino, y que no se te escape detalle de la calidad ni del valor de las cosas. Ni la mediocridad y la superfluidad de muchas de ellas.

Desentiéndete de su imagen. Averigua lo que te aportan realmente.

La esencia lo unifica y lo encierra todo en si misma: una estrella de la mañana entre la niebla, un sol restallante, una tetera que parezca una tetera y no un elefante como la dibujaría un niño...  
Pero, ¡atención!: cuanto más sencillas son las cosas, mayor debe ser su calidad...




lunes, 11 de noviembre de 2013

El costurero simplificado

    
El viejo costurero heredado de la abuela

Le toco el turno al costurero..

Después de regresar a la reunión de intercambio de ropa que organizó Anita (Gracias Anita!!!), y de traerme unas cuantas cosas para mi guardarropas (33) me puse a hacer algunos arreglitos que hacían falta, y me di cuenta, que aparte de los implementos en mi viejo cajón de costura, tenia mas cosas en otro cajón, en el costurero móvil y por varios rincones, así que me puse manos a la obra con eso.



Simplificando y renovando

Lo primero fue darle un nuevo look a mi querido costurero, reutilizando algunos frascos y trocitos de tela, le di nueva vida.
Y me deshice simplemente de lo que no entrara o lo que estuviera repetido (tenía mas de 60 agujas de coser, por ej.)

El lema es: 
"un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar"

El nuevo y renovado costurero :)

Así que simplemente lo embellecí y destine un lugar para cada cosa
un alfiletero con unas ideas que saque de Pinterest, para los alfileres.
un corazón para las agujas,
algunos frascos (porque son transparentes) para botones, cintas, ganchitos, etc.
un espacio para el centímetro, una tijera para cortar y otra para descoser,  un sitio en la tapa para los hilos(a simple vista puedo ver los colores)

Para completar mi sector costura, solo me resta poner a punto mis máquinas de coser y minimizar mis telas a una caja, en la que también se guardan los elásticos. y listo!!!


Mi próximo reto es organizar mis agujas de tejer y mis lanas.. allá vamos!!!








martes, 8 de octubre de 2013

Mis 33 de primavera - Proyecto 333

Ahora sí!
Ya puedo presentarte mis 33 de primavera!

Me tomé los últimos días del invierno para hacer una primer prueba, no llegue a contar mis prendas pero te aseguro que no superaron las 40.
La experiencia fue claramente muy práctica, y motivadora, de hecho pense que si logro hacerlo con el ropero, puedo hacerlo con el resto de la casa ;)
En ese momento también decidí tomar el Curso para aprender a vestir con menos, que ofrece Valedeoro en su sitio y realmente me ayudo mucho a comprender la esencia de este trabajo, que como en la permacultura es una transformación de adentro hacia afuera.
 
 El cambio es evidente, el orden reina y la practicidad también, ya puedo identificar que prendas tengo en el lavarropas y cuales aún disponibles.
Otra cosa que observe fueron esas prendas (pocas) que a pesar de estar ahi y haber sido elegidas, honestamente nunca me las puse, esas ya se fueron para la bolsa de la fiesta de intercambio :)

Esta es la cápsula de mis 33

Abrigos
1. Polar beige     2. Saquito verde   3. Campera liviana negra
4. Saquito rosa     5.Chaleco octogono (tejido por mi)
6. Sweater fuxia   7. Sweater sin mangas gris    8. Saquito corto rojo
9. Saquito corto gris

Pantalones

10. Pantalon floreado verde  11.Pantalon floreado blanco  
12. Turco azul   13. Jean gris  14. Jean azul

Faldas
15. Pollera estilo Hindú reversible  
16. Pollera verde

Calzas
17. Calza negra    
18. Calza floreada   
19. Calza salmón

Vestidos
20. Vestido rojo

Remeras/ Musculosas
21. Musculosa azul   
22. Musculosa combinada rosa/gris
23. Musculosa para amamantar salmón
24. Remera para amamantar negra  25. Remera negra con botones
26. Remera verde    27. Remera cruzada rayada  28. Polera violeta

Calzado
29. Botas grises  30. Alpargatas aguayo  31. Chatitas verdes 
32. Zapatos de goma negros

Accesorios
33. Panuelo multicolor

He decidido no contar mi morral de jean como accesorio. Un poco tambien se trata de adaptar el proyecto a mi medida. Tampoco cuento el fular con el que cargo a mi hija cuando salgo.

Ni algunas otras prendas que conservo a mano "por las dudas",y que no son mas de 3.
  1. Botas de lluvia
  2. ropa de trabajo (sucio)
  3. una polerita mas

Bueno, espero que esto te inspire a hacer lo propio.
Recordá que es como un juego, no tenes que desacerte de nada, solo probalo, si queres hacelo por 3 semanas, simplemente elige las prendas y guarda el resto en un lugar donde no accedas facilmente.. que podes perder? sin embargo te aseguro que tenes mucho por ganar :)

Aquí te dejo nuevamente el enlace del proyecto

viernes, 20 de septiembre de 2013

Quienes son los pobres?

Sobre el concepto de pobreza, hay una lúcida fábula de autor desconocido. Cuenta que el padre de una familia muy rica llevó a su hijo de viaje a una comunidad indígena con el expreso propósito de mostrarle cómo viven los pobres. Estuvieron un par de días y noches alojados en la granja de lo que se podría considerar una familia muy pobre. A la vuelta del viaje, el padre preguntó a su hijo qué le había parecido la experiencia y si se había dado cuenta de cómo vivían los pobres para valorar más lo que tenía en casa.

El niño respondió que le había encantado el viaje y que ahora ya sabía cómo vivían los pobres. Cuando el padre le pidió que especificara lo que había aprendido, el pequeño enumeró así lo que había visto:

“Nosotros tenemos un perro y ellos tienen varios.

Nosotros tenemos una piscina que ocupa la mitad del jardín y ellos tienen un arroyo que no tiene fin.

Nosotros hemos puesto faroles en nuestro jardín y ellos tienen las estrellas por la noche.

Nuestro patio es tan grande como el jardín y ellos tienen el horizonte entero.

Nosotros tenemos un pequeño trozo de tierra para vivir y ellos tienen campos que llegan hasta donde nuestra vista no alcanza.

Nosotros tenemos criados que nos ayudan, pero ellos se ayudan entre sí.

Nosotros compramos nuestra comida, pero ellos cultivan la suya.

Nosotros tenemos muros alrededor de nuestra casa para protegernos, ellos tienen amigos que los protegen.”

El padre del niño quedó boquiabierto. Finalmente, su hijo añadió:

“Gracias, papá, por enseñarme lo pobres que somos.”

domingo, 15 de septiembre de 2013

Menos cosas, mas felicidad

Menos es mas.. no me canso de decirlo, debe ser porque todavía necesito convencerme jeje..

Por eso quiero compartirles una charla Ted de Graham Hill. En menos de 6 minutos te deja pensando y te comparte tres reglas..

Salute!

viernes, 6 de septiembre de 2013

3 preguntas básicas a la hora de vestir


Algunas cosas básicas a tener en cuenta a la hora de vestir.

¿Qué me pongo?

Algo fundamental a la hora de elegir es saber para qué usar ropa.
Para esto sugiero armar una lista o un mapa mental (aquí de que se trata y como hacerlo), de las actividades que realizas a lo largo del día, la semana y el mes.
Esto evita que sigas recetas y que puedas armar el guardarropas realmente a tu medida y a tu gusto.

¿Cómo me queda?

Algo que puede parecer obvio, pero que en mi caso no lo fue, es que necesitas verte en un espejo, uno que te permita verte de pies a cabeza.

Lo que sea que elijas debe quedarte a tu medida, una de las cosas básicas a tener en cuenta es el tipo de cuerpo que tenés, para poder elegir prendas acordes a él. Podes encontrar algo en este link.

¿Cómo me veo y cómo me siento?

Una vez frente al espejo, para mi lo importante es verme linda y sentirme cómoda, eso me predispone positivamente para llevar mi día adelante.
Te sugiero explorár tu necesidad personal
No olvides agregar algún accesorio, que siempre dan un toque de distinción.

Acá te dejo otras forma de organizar el guardarropas
8 pasos sencillos parar ordenar tu guardarropas

También
12 secretos de los armarios
Organiza tu ropero en 7 sencillos pasos

Ideas útiles para combinar tu ropa
10 recursos minimalistas 
Estilo chic casual

A la hora de comprar
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